Siendo el oro en origen amarillo, ¿por qué nos gusta variar su aleación y cambiar su color?
Es verdad que cuando un brillante tiene un color H o superior, conviene engastarlo en oro blanco. Sencillamente para que el color del oro no altere el color del brillante.
Sin embargo, si el diamante tiende a amarillear, es decir tiene un color I o inferior, es conveniente engastarlo en oro amarillo porque así, disimula el color del brillante.
¿Cómo conseguimos el oro blanco?
La aleación del oro blanco está compuesta por plata, platino, paladio y oro. Y además cuando la pieza está terminada se baña en rodio, para obtener una mejor terminación y brillo.
Es recomendable, dar este baño cada dos años aproximádamente, ya que dependiendo del uso y del PH de la piel, se va perdiendo.
El rodio es el metal más caro del mundo, así es no nos extrañemos si nos cobran más de 30€ por rodiar un anillo.
¿Como conseguimos el oro rosa?
Su aleación está compuesta por plata, cobre y oro.
Las joyas de oro rosa tienen un impacto visual delicado y fino, pero es importante saber con que tipo de piedras combina mejor para conseguir una bonita terminación.
Si quieres saber más sobre los porcentajes de metal utilizados en el oro, busca nuestro POST sobre 18k, 14k y 9k.